- ¿Cuáles han sido los principales efectos y ventajas de la estimulación musical temprana para que el niño y niña alcancen un desarrollo psicomotor, socioafectivo cognitivo y comunicativo adecuado? ¿A qué edad se debe empezar? Desde que nace, el niño se encuentra inmerso en un ambiente estético determinado; la familia aporta un importante influjo y las instituciones educativas introducen elementos que facilitan el enriquecimiento estético del pequeño. Puesto que el ser humano está preparado para conocer el mundo a través de los sentidos, los sentimientos y el intelecto, las clases de música impartidas desde la edad infantil contribuirán enormemente al desarrollo integral del individuo, pues con ellas se coadyuva a (Frega, A. L. 1997):
-
mejorar el sistema auditivo.
-
facilitar la expresión de sentimientos e ideas.
-
ayudar al desarrollo de la memoria.
-
desarrollar la capacidad de enjuiciar críticamente.
-
mejorar las capacidades motrices.
-
potenciar las capacidades artístico- creativas.
-
favorecer la integración socio-cultural.
-
ampliar y mejorar las posibilidades lingüísticas.
Al afrontar este tipo de estimulación se
debe partir del nivel y ritmo madurativo de cada individuo, de sus
características, necesidades e intereses, para lograr la motivación de los
alumnos.
Trabajar la música con niños de entre 0 a
6 años aproximadamente requiere diferentes metodologías con distintos
grados de implicación de los progenitores, que van en relación al nivel de
autonomía de los pequeños.
Algunas actividades musicales par
estimular al recién nacido planteadas desde los beneficios que conllevan
son:
v
Para proporcionar
seguridad: lo ideal es que el bebé haya escuchado música desde el
vientre para que, al nacer, cuando vuelva a oír la misma melodía, le
aporte sensación de seguridad.
v
Para favorecer el
desarrollo integral del bebé: cantar el padre una canción sencilla y
moverse a ese ritmo al tiempo que lleva a su hijo en brazos, se ha
comprobado que ayuda al niño a moderar el ritmo cardíaco, la presión
sanguínea y la temperatura del cuerpo, así como a adquirir un sentido de
identidad y una belleza estética.
v
Para mejorar la salud:
expongan a sus bebés a la música de los clásicos. Esta práctica, llevada a
cabo con prematuros que se encontraban en incubadoras, demostró que los
recién nacidos que escuchaban música de Mozart ( en el caso del
experimento ) ganaban peso más rápidamente, reducían sus niveles de
estrés y salían del hospital una media de 5 días antes que aquellos que no
eran expuestos a la música.
v
Para favorecer la
integración en el mundo que el rodea: se pueden utilizar canciones
propias de la cultura o inventadas por los padres, haciendo referencia a
las experiencias vividas por el pequeño, que el ayudarán a comprender su
entorno.
v
Para mejorar la
conciencia auditiva y emocional: resulta muy eficaz que los
progenitores sostengan en brazos a su pequeño mientras se mueven al ritmo
de un tambor, permitiéndoles así mismo regular los ritmos naturales de su
cuerpo y las hormonas relacionadas con el estrés.
v
Para desarrollar la
aptitud musical: es importante que los pequeños no sólo escuchen
fragmentos, sino piezas completas para que tomen conciencia de la
estructura de la música.
v
Para potenciar el vínculo
del bebé con los progenitores: resulta interesante escuchar escogidas
composiciones clásicas y acompañarlas de sencillas coreografías de danzas
barrocas, en las que los padres se mueven con sus hijos en brazos.
v
Para aumentar las
defensas de su organismo: es muy importante la implicación de los
padres en estas actividades musicales, ya que está comprobado que las
audiciones y ese contacto aumentan la actividad inmunitaria.
v
Para desarrollar el
sentido rítmico: cuando son muy pequeños es interesante que los padres
los familiaricen con los sonidos de instrumentos como las maracas, el
tambor, las claves, la flauta, la guitarra. Y cuando ya son más mayores lo
mejor es permitirles manejar y explorar por ellos mismos los
instrumentos.
Para
finalizar, decir que, además de tener en cuenta las características
psicoevolutivas del alumno, el educador debe tener presente el modo
personal en que este asimila los aprendizajes, para lograr el desarrollo
integral de su personalidad mediante un ambiente rico en estímulos que le
sensibilice para la música.
Delalande
(1995) afirma que educar musicalmente a los niños no es sacarlos de un
estado de nada musical, en el que se supondrían que están, para llevarlos
a un cierto nivel de competencia, sino, por el contrario, es desarrollar
una actividad lúdica que existe entre ellos y que es finalmente la fuente
misma del juego, la ejecución musical.
2. ¿Cómo se llevan a cabo los juegos musicales en su institución educativa para el fortalecimiento de la formación integral del niño menor de 7 años?
2. ¿Cómo se llevan a cabo los juegos musicales en su institución educativa para el fortalecimiento de la formación integral del niño menor de 7 años?
Se trabaja la música como
herramienta didáctica para formar en otros
conocimientos, promover el desarrollo de
la
personalidad y estimular para el trabajo,
entre otras cosas. se tienen en cuenta lo siguiente:
No hay comentarios:
Publicar un comentario